¿Qué tipografía escoger para tu marca?
¿No te ha pasado que miras una tipografía y de inmediato piensas en un sector de la industria?
Como por ejemplo: las letras cursivas para las panaderías o peluquerías, ¿te ha ocurrido? Puedes imaginar crear un logotipo que vaya a representar a tu marca, este será el símbolo del producto o servicio que ofrezcas, el cual representará la personalidad que desees proyectar. ¿Cuál sería su tipografía, cómo luciría?
Un punto muy importante y que las grandes empresas han sabido identificar, es la atemporalidad de las tipografías que eligen para que las identifiquen durante el paso de los años sin verse anticuadas, o por el contrario, deciden crear su propia fuente para diferenciarse del resto, como es el caso de Samsung.
La tipografía que elijas para tu marca debe ser clara, determinante y sencilla, por lo que esas aristas deben definir tu marca, lejos de las modas pasajeras que pueden darle tiempo de caducidad a tu empresa, o por lo menos a su imagen, y recuerda que la imagen es la cara a los ojos de consumidores finales
Ahora bien, ¿cuál es la tipografía más adecuada?
Si bien esto es una elección muy personal y se define por mucho bajo las directrices o bases de la persona, el primer paso para elegir el tipo de letra de tu logo es alejarse de las pasiones que pueden impregnar los sentimientos sobre una imagen. Este es el momento idóneo que demanda tu empresa para que llames a la objetividad durante todo el proceso de creación, más allá de las emociones, y afines muy bien tu ojo crítico.
Busca la legibilidad de la fuente y de tu nombre
Esto es lo principal, y desde esta base debes partir. Independientemente de la tipografía que elijas, esta no debe entorpecer la lectura fácil, rápida y sencilla de tu empresa, de lo contrario, puedes caer en confusiones que se traducen en pérdida de audiencia. Recuerda que una buena lectura facilita el proceso de comprensión de inmediato sobre el lector.
Elige la fuente tipográfica
¿Recuerdas que al inicio te hablamos de las cursivas? Pues cada fuente tiene su estilo y no solo es “cursiva”, por ejemplo. Por eso, hay que pensar detenidamente en esta elección antes de otorgarle esa personalidad a tu logo.
Para ello podemos contar con:
Fuentes Serif
Tipografías más tradicionales, como Times New Roman, Bodoni o Garamond. Estas representan tranquilidad, seriedad e incluso firmeza, ideales para organizaciones de élite.
Fuentes San Serif
Son más modernas y con remates en sus extremos, conocidas también como fuentes de palo seco. Ellas evocan modernidad, sobriedad o limpieza, por ejemplo: Helvética, Arial o Verdana.
Fuentes caligráficas
De manera cursiva o manuscritas, suponiendo elegancia y un toque humano, de manera acogedora. En ellas se albergan muchas fuentes creadas por empresas transnacionales.
Fuentes display
Usadas en los grandes carteles. En ella se encuentran las fuentes de alto cambio visual y su impacto supone una gran visión; por ello, se ven evidenciadas en la industria del arte y tecnología.
Sea cual sea tu razón de ser o la de tu empresa, la elección de la fuente tipográfica supone un gran impacto sobre la personalidad del logo y sobre las funcionalidades principales de tu empresa, ya que es la percepción que tu consumidor final tendrá sobre el producto o servicio que ofrezcas.
Si no consideras que la tipografía sea parte esencial de tu marca, piensa por un segundo en Disney y su inconfundible fuente. Recuerda que los elementos que parecen más sencillos, pueden convertirse en los principales diferenciadores de una marca.
Evita las confusiones o los malentendidos, investiga muy bien antes de tomar una decisión y no tengas miedo de probar más de 5 veces sobre un mismo diseño. Lo único seguro es el cambio, y la tipografía puede ser una de ellas, ¡atrévete!